El último destino de la aventura conjunta era la capital de la República Checa que nos esperaría como el punto más alejado de nuestra casa que visitaríamos (unos 11.800 km de Buenos Aires). La partida desde Berlín fué algo confusa, debido a problemas en el sistema de señales, el tren proveniente de Hamburgo con destino final en Budapest se demoró aproximadamente una hora. Sumado a esto, al momento de abordarlo, quisimos ocupar un asiento en primera clase, ya que teníamos tickets para esta categoría, pero al no tener reservación, nos tuvimos que trasladar hacia los vagones de segunda, los cuales estaban totalmente saturados de aventureros europeos, a tal punto que temimos por un instante tener que viajar en el pasillo sentados, pero por suerte encontramos dos asientos supuestamente reservados, que nadie nos reclamó y nos permitió realizar el viaje en posición algo más cómoda.
El viaje hacia "el este" se hizo notar en el camino donde el panorama fué cambiando progresivamente, y las ciudades bajo la vieja cortina de hierro tuvieron un desarrollo dispar de aquellas en el oeste. República Checa, tiene una riquisima historia y a lo largo del siglo XX ocurrieron en ella diversos hechos, comenzando por su aparición como nación por primera vez, en su momento como Checoslovaquia, la posterior anexión de los territorios de Bohemia y Moravia por parte de la Alemania nazi, luego de los acuerdos de Munich entre Italia, Francia, Alemania y el Reino Unido, sin haber podido siquiera presentar una objeción, y luego la posterior invasión, siendo el territorio Eslovaco partífice del Reich, es decir, mitad del pais apollaba el regimen nazi.
La historia de la guerra es conocida, los alemanes fueron derrotados y cedieron territorios, la vieja Checoslovaquia debía ser recuperada por los aliados, pero solo hasta un punto, y a partir de ahí, a través del tratado de Yalta, debía ser liberada por los soviéticos que avanzaban desde el este. La historia cuenta que Praga fué liberada por un ejército revolucionario, quienes ante la desidia del ejército nazi, lucharon para defender su ciudad, y mantuvieron en vilo a los germanos hasta la llegada de los soviéticos, quienes decidieron que los líderes checos de la revuelta habían violado un pacto internacional, y por eso serían condenados, en lo que sería una pauta del futuro que le devendría a la nación bajo opresión roja.
Aquí también se vivió el apogeo Stalinista ya que en la ciudad de Praga se contruyó en una de las laderas de los cerros que la rodean, la estatua de piedra de Stalin más grande que existiera en el mundo, donde podía verse al "camarada" siendo seguido por el pueblo, y el proceso de desestalinización entró en juego, provocando la dinamitación de la estatua y en su lugar hoy se halla un metrónomo, como símbolo de que ya nadie marca el ritmo de la vida del pueblo Checo, sino que ellos tienen su propio ritmo.
También hay que decir que aquí existe un barrio judío con mucha historia, y el mismo permaneció intacto durante la segunda guerra, y el motivo es que la locura llegaba a tal punto que lo que pretendieron fué mantenerlo como museo con gente de una "raza extinta", me da escalofríos de solo pensarlo.
Posteriormente a la finalización de la guerra, el presidente checo Edvard Benes recuperó sus funciones y determinó una ley, que obligaba a todos los alemanes que estaban en territorio checo a abandonar sus casas y peregrinar de regreso a su Alemania natal, despojados de todas sus posesiones. Considerando que el territorio durante años atrás estaba ocupada por alemanes, y muchos de ellos siguieron ahí aún cuando la república de Checoslovaquia nació, esta peregrinación fué una crudísima venganza contra el pueblo alemán que ocasionó más de un millón de muertos, y es el dia de hoy que genera conflicto entre ambos paises, siendo en alemania, este presidente considerado culpable de un genocidio. Pensandolo friamente, se puede ver que, los que ocasionaron la guerra fueron unos locos desquiciados inhumanos, pero no fueron los únicos...
Los años de poderío soviético hicieron mella en la sociedad checa, y tuvieron su Primavera en el año 1968, que fué duramente aplacaa bajo la influencia de Moscú, y la historia de la Checoslovaquia llega a su fin conjuntamente con la caída del muro, dado que allí se dió lugar la conocida como Revolución del Terciopelo, debido a que fué en este punto donde se separaron pacíficamente los territorios dando lugar a la República Checa y la República Eslovaca.
Por supuesto que la historia de Praga no se limita al siglo XX, sino que fué en este último siglo donde se sucedieron demasiados cambios, pero su historia es medieval y rica, con gran influcencia cultural y religosa, de la mano de Jan Hus, uno de los héroes nacionales, predecesor de Lutero en cuanto a las propuestas reformistas a la iglesia católica, y como era de imaginarse, quemado en la hoguera por "hereje".
Praga es una ciudad de "cuento de hadas", pero no se hasta que punto se puede uno imaginar las hadas en un entorno bastante oscuro y gótico, a decir verdad la arquitectura tiene rasgos bastante oscuros, como lo que hoy es el edificio del Senado, está recubierto en su exterior por un muro de las pesadillas, bastante tétrico asi como los búhos que alli contien.
La plaza central nos deja ver la figura de Jan Hus, frente al hoy hotel donde se crió y estudió Frank Kafka, la torre del reloj astronómico, el cual cada hora da un espectáculo que aglomera a muchos curiosos, donde se genera una secuencia de movimientos de sus figuras seguido por la "visita" de los apostoles en la parte superior y culminado con un toque de trompeta para anunciar que la nueva hora comienza.
La iglesia de Nuestra Señora corona la plaza con sus picos, estos si de cuento de hadas, y el Puente de Carlos, que llega a ser visitado por 30.000 personas por día, y desde luego, en el barrio Mala Strana, lo más llamativo y destacable, más encantador por así llamarlo, es el Castillo de Praga, siendo ésta la fortaleza medieval más grande del mundo, aunque es discutible la "medievalidad" del mismo, dado que si bien comenzó a consutruirse en aquellos años, la catedral se terminó en el siglo XX.
A medida que releo lo que he escrito descubro que destaco muchos hechos de la historia de la ciudad y el país, pero poco cuento de nuestra estadía, y es aquí donde debo contar que lamentablemente todos los días que estuvimos en la ciudad, el clima hizo estragos y llovio permanentemente, por suerte no de una manera muy intensa, pero si molesta, aunque por suerte nos permitió hacer un tour por la ciudad, y el mismo día, ante el temor de que al día siguiente no se pudiera llevar a cabo por la inclemencia del tiempo, animarnos a hacer el tour por la fortaleza, y lo bien que hicimos, dado que al día siguiente, la lluvia nos permitió salir por la mañana, y nos obligó a retornar a descansar durante la tarde para retomar la visita casi con la caida del sol. El detalle de color de este regreso fué haber prendio la televisión checa y ver a Gabriel Corrado en una nota, y más tarde a Gustavo Bermúdez, desconcertante!
Aún asi, pese a lo poco feliz del clima, nos arreglamos para disfrutar de la estadía, cenamos comida tipica con cerveza tradicional, aqui se dice que ellos fueron los inventores de la cerveza y los alemanes la apropiaron, y si uno lo piensa, años atrás esto era territorio alemán, y en la ciudad de Pilsen es donde se inventó la receta tradicional de cerveza mundialmente conocida, y si nos fijamos, la cerveza tradicional, se llama Pilsner.
Lo mismo podemos decir sobre los paisajes, las vistas fueron magníficas, pese a lo gris de las nubes y la altura de las mismas, el horizonte no se dejó ver en su magnitud, pero si pudimos difrutar en un abrazo inolvidable sobre el puente de Carlos, la vista nocturna de la fortaleza, iluminada a la perfección para deleitar la vista del visitante asombrado.