Varsovia es la capital de Polonia desde fines del siglo XVI, y a su vez es su ciudad más grande y económicamente importante fué testigo durante siglos de los vaivenes de los diferentes reinos que se hicieron sobre este territorio, pero sobre todo de los devastadores efectos que tuvo el siglo XX sobre su infraestructura. Con toda su historia a cuestas, se erige hoy como un polo de gran relevancia en la Europa Oriental.
- Llegada a la ciudad
- Descubriendo el entorno
- Varsovia moderna y monumental
- Esplendor de la antigua ciudad
- Contracara de un brillante presente
- Sugerencias para la visita
Llegada a la ciudad
El destino es Varsovia, tras la despedidas en el pequeño Bilgoraj, nos esperan más de 5 horas de trayecto terrestre una Mercedes Benz Sprinter, que ya constituye uno de los medios vitales de transporte en el país bicolor.
En el camino nos desviamos para recoger pasajeros a la ciudad vecina de Janow y de ahí en adelante hacia Lublin sin llegar a ingresar en ella, con algunas paradas intermedias donde llegamos a compartir cabina con pasajeros que viajaron parados en la van. Asi es, en la Europa moderna, en la Unión Europea también se consigue.
He de destacar lo muy parecido del paisaje, o de los laterales de la carretera con un trayecto tal vez tradicional en nuestro país como lo es el Buenos Aires - Rosario o Rosario - Córdoba, con la salvedad tal vez que las dimensiones de los campos permiten a un simple golpe de vista distinguir donde comienza el del vecino. Asimismo, lo imponente resultó ser la mano del hombre interviniendo el medio ambiente, o más bien la ingeniería, y en este caso si he de mencionar la relevancia de la pertenencia de Polonia a la UE: durante casi la mitad del trayecto de poco más de 250kms de extensión, transcurrimos ladeando una autopista en construcción. Sobre su futura calzada no dejamos de contemplar hombres y maquinaria desplazándose, trabajando a destajo en lo que será la futura conexión rápida S17 entre la capital y su ciudad vecina en relevancia, Lublin.
El arribo en un día de semana a hora punta a una ciudad es como siempre caótico, para nuestra suerte, tras un extenso viaje por carretera, nuestro sentido de circulación era el inverso a los abarrotados carriles de salida de la ciudad, que un viernes se colapsaban de gente alejándose ya sea de su trabajo o de la misma ciudad. Poco a poco los semáforos comenzaron a llenarse de vehículos, y los síntomas urbanos florecieron a los alrededores, dejando atrás el verde césped y los campos sembrados por bloques de edificios entremezclando antiguos estilos soviéticos y edificios coloridos con diseños modernistas.
Varsovia es el contraste, es como leí por algún sitio, el cuento del Patito Feo que se hizo realidad. Hoy se trata de la mayor ciudad de Polonia siendo la novena ciudad más poblada de Europa. Su historia transcurrió a la sombra de la que fuera durante siglos la capital cultural y real del país, como Cracovia.
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Descubriendo el entorno
El curioso epicentro de la ciudad es el mega edificio del Palacio de Cultura y la Ciencia que es una mole edilicia construida en la época soviética, fue un regalo de la URSS hacia Polonia, se erigió en el medio de la ciudad en apenas 3 años, entre 1952 y 1955, roza las nubes y se esconde detrás de ella incluso. Dentro tiene cine, teatro, centro de convenciones y oficinas desperdigadas por todas las plantas.
A su alrededor ocurre de todo, es el punto de encuentro por excelencia y también es el lugar de arribo y partida de los buses de todas latitudes a la ciudad. Tiene un movimiento impresionante, ya que a su vez está lindero a la estación central de trenes, un edifico mucho más moderno, que esconde bajo un centro comercial las vías del ferrocarril, las que atraviesan la ciudad desde las profundidades.
Las dimensiones del otrora conocido como "Palacio de Stalin" destacan y rompen con la homogénea estructura de edificios de la ciudad antigua, pero como dije anteriormente, Varsovia ya dejó de ser una ciudad antigua y se ha convertido en una ciudad pujante, un centro económico de relevancia en la Europa Oriental en la que ya no es exclusividad del megalómano proyecto del polémico líder soviético tocar el cielo. El skyline de la ciudad está plagado de edificios modernos los cuales en días de nubosidad pierden visibilidad de sus cimas.
Si vienes a la ciudad en tren o en bus es fijo que te topes con esta escena de ir y venir alrededor del edificio más relevante. A su lado transcurren incesantes los tranvías y los potentes coches de alta cilindrada que hacen olvidar los vetustos cacharros de detrás de la cortina de hierro, por la avenida Jerozolimskie y por ella nos desplazamos unas centenas de metros, dejando apenas atrás la estación central, y si se quiere, el barrio de Mirow para entrar apenas a su vecino Ochota donde nos alojamos en el pequeño y flamante, pero sobre todo acogedor Hostel Coco
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Sabíamos que el viaje era corto, debíamos aprovechar el tiempo, dejamos los bártulos y salimos de recorrida con la caida del sol, desandamos nuestros pasos y nos perdimos por detrás de las zonas comerciales, el pleno centro estaba muriendo, pocas casas, más bien edificios de oficinas e instituciones públicas.
Buscábamos algún indicios del Guetto en las calles, pero salvo alguna referencia a la sinagoga "escondida" en medio de una plaza, nulas referencias al tristemente célebre Guetto de Varsovia, y no es algo casual: los varsovianos no están orgullosos de ser la trágica ciudad de los horrores del Guetto, y por eso hay casi nulas referencias pese a haber ocupado casi todo el centro de la misma.
Buscábamos algún indicios del Guetto en las calles, pero salvo alguna referencia a la sinagoga "escondida" en medio de una plaza, nulas referencias al tristemente célebre Guetto de Varsovia, y no es algo casual: los varsovianos no están orgullosos de ser la trágica ciudad de los horrores del Guetto, y por eso hay casi nulas referencias pese a haber ocupado casi todo el centro de la misma.
Varsovia moderna y monumental
En momentos de claridad del día, recomiendo ampliamente pasear por el Saxon Garden, y descansar a la sombra si el calor lo amerita. Nosotros contemplamos el cambio de guardia en el monumento a los héroes desconocidos caídos, todo un espectáculo de cientos de metros de desfile militar.
La zona monumental de Varsovia se encuentra a escasos 200 metros en sentido al río Vístula que baña la ciudad y la divide entre las zonas "exteriores" fabriles y barriadas que mantienen el estilo soviético como Stara Praga, Nowa Praga, margen del río sobre la cual se haya también el imponente Estadio Nacional.
A lo largo de la calle Krakowskie Przedmieście, declarada Patrimonio de la Humanidad, uno se puede encontrar con todo el glamour de la Varsovia Imperial. Recomiendo visitar el link de la calle, donde se explica (aunque en inglés pero con las imágenes necesarias) todas las estructuras, edificios y monumentos que yacen sobre la también conocida "Calle del Nuevo Mundo" ya que conectaba el arco de entrada a la ciudad vieja de Varsovia con las nuevas barriadas que se desarrollaban más allá de los muros.
Hoy es un paseo majestuoso donde uno verá mandas de turistas que se desplazan para deleitarse con las vistas adentrarse en la ciudad vieja saludando al mismísimo Arco de Segismundo.
Un dato curioso de la Krakowskie Przedmieście es que en un edificio adyacente a la universidad, vivió durante unos años con su familia el célebre compositor polaco Fryderyk Franciszek Chopin, esto está bien indicado en el paseo, y frente a ella, existen una serie de bancos donde reposar y descansar donde al posarse comienzan a emitir el sonido de las melodías del compositor, como para darle más glamour a la misma calle.
Como bien dije anteriormente, la avenida es un paseo turístico, por lo cual es un buen lugar también para encontrarse con algunas cadenas (si, lamentablemente lo son) de platos típicos. Nosotros optamos por unos pierogis de ricota salteados en manteca, y les sumamos unos platsky, que no son otra cosa que unos panqueques de patata, acompañados por su correspondiente cerveza.
Como bien dije anteriormente, la avenida es un paseo turístico, por lo cual es un buen lugar también para encontrarse con algunas cadenas (si, lamentablemente lo son) de platos típicos. Nosotros optamos por unos pierogis de ricota salteados en manteca, y les sumamos unos platsky, que no son otra cosa que unos panqueques de patata, acompañados por su correspondiente cerveza.
A esta altura, nuestro nivel de ingesta de alcohol y comidas estaba por las nubes, después de una semana en Ucrania degustando cualquier cantidad de sabores y por supuesto, brindando una y otra vez por cuanto motivo hubiera, y si no lo había, nuestra mera visita alcanzaba como excusa.
El esplendor de la antigua ciudad
El rey Segismundo III, en honor al cual se erige una columna monumental siendo uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y de todo el país, decidió trasladarse aquí en 1596, tras un incendio en el castillo real de Wawel en Cracovia y por ser un punto intermedio entre las capitales de la llamada República de las Dos Naciones (Lituania y Polonia).
Pero si hay algo interesante para aprender sobre historia en Europa son los vaivenes de Polonia como reino, su casi desaparición, resurgimiento, supervivencia al yugo alemán y luego al soviético, para destacar hoy como una incipiente economía con mucho para dar.
Pero si hay algo interesante para aprender sobre historia en Europa son los vaivenes de Polonia como reino, su casi desaparición, resurgimiento, supervivencia al yugo alemán y luego al soviético, para destacar hoy como una incipiente economía con mucho para dar.
APRENDE MÁS SOBRE LA HISTORIA DE POLONIA
El plato fuerte, y no hablo de comida en este caso, es visitar el Casco Antiguo de la ciudad, también declarado Patrimonio Historico, comienza con la explanada del Castillo Real de Varsovia, donde se erige la columna del rey. En este punto converge toda la actividad turística. Es punto de encuentro, lugar de partida de tours y un punto de referencia inconfundible. Allí se apostan cantantes, vendedores, disfrazados y un grupo de sudamericanos haciendo un espectáculo de cantos andinos que decoraban con instrumentos típicos de la región pero cuyas vestimentas eran de dudosa procedencia y escaso legado histórico.
Desde alli partió nuestro Free Tour, como saben, esta modalidad la recomiendo ampliamente para cuando uno viaja a una ciudad con cierto legado histórico y tiene poco tiempo de recorrerla. Los tours no dejan de ser algo turístico y añaden a su relato mucha condimento místico para hacerlos más atractivos, pero dan un pantallazo que se puede profundizar por propia cuenta en libros o en otra recorrida más detallada.
El recorrido se centra en la zona histórica, y repasa los altibajos de la ciudad, desde que se convirtió en capital y las diferentes etapas y conquistas que sufrió, como por ejemplo cuando los suecos entraron por el río decididos a conquistarla, y ante el poco poder defensivo de la ciudad debido a la ausencia de tropas que estaban en otras luchas, se decide abrirle las puertas con el objetivo de no oponer resistencia y esperar que los "barbaros suecos" se comporten como caballeros, pues desde luego esto no pasó y se encargaron de destruir lo que tenían a su paso.
En el corazón del casco histórico, se encuentra como es de esperar, la Plaza del Mercado , y en su centro observarán la figura de una sirena, ésta es el símbolo de la ciudad y como todo símbolo tiene sus mitos y leyendas. Es de esperar que este tipo de cosas se las cuenten en el tour, y como la extensión del post está haciendo de las suyas, la voy a dejar para que la averigüen en su próxima visita a la ciudad.
Dejando atrás las murallas aparece otro hito como es la Barbacana de Varsovia, un instrumento defensivo nacido condenado a su inutilización debido a la obsolesencia de los materiales y enfoque con el que se lo concibió, de hecho sirvió más bien para reconquistar la ciudad expulsando a los suecos, que para defenderla. Y a pocos metros nace otro centro neurálgico para los turistas, donde hallamos el Museo de Marie Curie, bares y restaurantes entre los que he de destacar los antiguos Bares de Leche.
Los Bares de Leche son gemas de la era soviética de los '60, donde el estado garantizaba "una copa de leche" a todos los trabajadores. Entiéndase por "copa de leche" una ración simbólica de comida que podía ser tanto leche como una sopa, pan y algún embutido, comidas típicas de la región, para pasar el invierno o afrontar el día de labores. Actualmente se mantienen como lugares tradicionales, y lo más parecido que se me ocurre es un bar universitario donde está el menú diario y se avanza con la bandeja a medida que entregan cosas, no se sirve alcohol y se grita desde la cocina cuando está un plato listo para ir a recogerlo. Y aquí el desafío, se grita en polaco!
El polaco es un idioma de los que considero más difíciles pese a haberlo mamado desde pequeño, no concibo la magnitud de consonantes compactadas que ofrece y la pronunciación se me hace imposible de distinguir entre las C, Z, S y las W mezcladas con las J. Tuve la ventaja de hacer este recorrido con mi madre que sufrió un Deja Vu de su infancia y comenzó a recordar cientos de palabras y vocablos que aprendió de pequeña, por lo que ella me ayudaba con el polaco y yo con el cirílico.
Para concluir, he de comentar algo que a propósito omití durante todo el texto donde destaqué la belleza de la ciudad y el temple de sus ciudadanos a lo largo de la historia. Lamentablemente la ciudad sufrió el mayor índice de destrucción de toda Europa en la Segunda Guerra quedando casi en su totalidad en ruinas.
Tras el heroico Alzamiento del Guetto de Varsovia que se extendió durante 27 días entre abril y mayo de 1943, la ciudad fué epicentro de los alzamientos civiles más fuertes contra los nazis. Lamentablemente en esta ocasión pese a la resistencia, terminó con destrucción del Guetto y la deportación de miles de personas a campos de exterminio.
Tras el desastre que sucedió a la aplazada revuelta, uno año mas tarde, cuando los nazis estaban en retroceso, la resistencia polaca se propuso reconquistar la ciudad y se produjo el Segundo Alzamiento de Varsovia peleando desigualmente partisanos, civiles, mujeres y niños contra el ejército más poderoso de ocupaciónd de la época.
Ante esta nueva revuelta, las ordenes del alto mando de ocupación fueron "convertir la ciudad en un lago" y hasta se llevaron ingenieros para aplicar el diseño ideado por este tristemente célebre personaje alemán con bigote.
Hubo una pelea feroz y desigual con muchos actos de heroísmo, y lamentablemente matanzas civiles y destrucción. Mientras la resistencia polaca esperaban el apoyo del ejército rojo que avanzaba a paso firme desde el sector oriental, éste nunca llegó, siendo uno de los actos más polémicos de la etapa final de la guerra y el avance de los aliados sobre territorios ocupados.
Esto deja a las claras que todo lo que vemos en la ciudad en este momento es reconstruido, producto de mucho esfuerzo y gracias al trabajo de artistas que retrataron las fachadas de la ciudad y a que estas obras fueron rescatadas o salvadas de los bombardeos, permitiendo en muchos casos la reproducción fidedigna del antiguo aspecto de la ciudad.
Semejantes hechos tienen su espacio conmemorativo en la ciudad, se puede visitar el Museo del Alzamiento y también el memorial que se encuentra a unos 300 metros de la Barbacana.
En este punto, nuestra visita llegó a su fin, y en este punto del trágico recuerdo, debimos refugiarnos dentro del monumento ante un tremendo aguacero que cayó durante largos minutos para hacernos sentir más el contexto de semejantes hechos.
Aquí también llegó a su fin la etapa de paseos con la madre que me parió. Bajo la lluvia nos despedimos de la hoy nuevamente pujante Polonia con ganas de regresar pronto a deleitarnos con sus comidas y los abrazos familiares.
El recorrido se centra en la zona histórica, y repasa los altibajos de la ciudad, desde que se convirtió en capital y las diferentes etapas y conquistas que sufrió, como por ejemplo cuando los suecos entraron por el río decididos a conquistarla, y ante el poco poder defensivo de la ciudad debido a la ausencia de tropas que estaban en otras luchas, se decide abrirle las puertas con el objetivo de no oponer resistencia y esperar que los "barbaros suecos" se comporten como caballeros, pues desde luego esto no pasó y se encargaron de destruir lo que tenían a su paso.
En el corazón del casco histórico, se encuentra como es de esperar, la Plaza del Mercado , y en su centro observarán la figura de una sirena, ésta es el símbolo de la ciudad y como todo símbolo tiene sus mitos y leyendas. Es de esperar que este tipo de cosas se las cuenten en el tour, y como la extensión del post está haciendo de las suyas, la voy a dejar para que la averigüen en su próxima visita a la ciudad.
Dejando atrás las murallas aparece otro hito como es la Barbacana de Varsovia, un instrumento defensivo nacido condenado a su inutilización debido a la obsolesencia de los materiales y enfoque con el que se lo concibió, de hecho sirvió más bien para reconquistar la ciudad expulsando a los suecos, que para defenderla. Y a pocos metros nace otro centro neurálgico para los turistas, donde hallamos el Museo de Marie Curie, bares y restaurantes entre los que he de destacar los antiguos Bares de Leche.
Los Bares de Leche son gemas de la era soviética de los '60, donde el estado garantizaba "una copa de leche" a todos los trabajadores. Entiéndase por "copa de leche" una ración simbólica de comida que podía ser tanto leche como una sopa, pan y algún embutido, comidas típicas de la región, para pasar el invierno o afrontar el día de labores. Actualmente se mantienen como lugares tradicionales, y lo más parecido que se me ocurre es un bar universitario donde está el menú diario y se avanza con la bandeja a medida que entregan cosas, no se sirve alcohol y se grita desde la cocina cuando está un plato listo para ir a recogerlo. Y aquí el desafío, se grita en polaco!
El polaco es un idioma de los que considero más difíciles pese a haberlo mamado desde pequeño, no concibo la magnitud de consonantes compactadas que ofrece y la pronunciación se me hace imposible de distinguir entre las C, Z, S y las W mezcladas con las J. Tuve la ventaja de hacer este recorrido con mi madre que sufrió un Deja Vu de su infancia y comenzó a recordar cientos de palabras y vocablos que aprendió de pequeña, por lo que ella me ayudaba con el polaco y yo con el cirílico.
Contracara de un brillante presente
Para concluir, he de comentar algo que a propósito omití durante todo el texto donde destaqué la belleza de la ciudad y el temple de sus ciudadanos a lo largo de la historia. Lamentablemente la ciudad sufrió el mayor índice de destrucción de toda Europa en la Segunda Guerra quedando casi en su totalidad en ruinas.De Ewa Faryaszewska (1920-1944) - Museum of Warsaw, Dominio público |
Tras el desastre que sucedió a la aplazada revuelta, uno año mas tarde, cuando los nazis estaban en retroceso, la resistencia polaca se propuso reconquistar la ciudad y se produjo el Segundo Alzamiento de Varsovia peleando desigualmente partisanos, civiles, mujeres y niños contra el ejército más poderoso de ocupaciónd de la época.
Ante esta nueva revuelta, las ordenes del alto mando de ocupación fueron "convertir la ciudad en un lago" y hasta se llevaron ingenieros para aplicar el diseño ideado por este tristemente célebre personaje alemán con bigote.
Hubo una pelea feroz y desigual con muchos actos de heroísmo, y lamentablemente matanzas civiles y destrucción. Mientras la resistencia polaca esperaban el apoyo del ejército rojo que avanzaba a paso firme desde el sector oriental, éste nunca llegó, siendo uno de los actos más polémicos de la etapa final de la guerra y el avance de los aliados sobre territorios ocupados.
Esto deja a las claras que todo lo que vemos en la ciudad en este momento es reconstruido, producto de mucho esfuerzo y gracias al trabajo de artistas que retrataron las fachadas de la ciudad y a que estas obras fueron rescatadas o salvadas de los bombardeos, permitiendo en muchos casos la reproducción fidedigna del antiguo aspecto de la ciudad.
En este punto, nuestra visita llegó a su fin, y en este punto del trágico recuerdo, debimos refugiarnos dentro del monumento ante un tremendo aguacero que cayó durante largos minutos para hacernos sentir más el contexto de semejantes hechos.
Aquí también llegó a su fin la etapa de paseos con la madre que me parió. Bajo la lluvia nos despedimos de la hoy nuevamente pujante Polonia con ganas de regresar pronto a deleitarnos con sus comidas y los abrazos familiares.
Mis Sugerencias
- Llegar a Varsovia desde las ciudades occidentales es muy sencillo y accesible, se ha convertiro en un destino accesible y atractivo, con precios moderados para el turista promedio. Es recomendable visitarlo en temporada Primavera a Otoño, evitando los meses fríos, salvo para los amantes de la nieve que seguramente podrán disfrutar de paisajes muy bellos en la ciudad también.
- Existen dos aeropuertos operativos, el principal, Lotinsko Chopina ubicado a escasos kilómetros del centro y el aeropuerto alternativo operado solo por Ryanair en la localidad de Modlin. Mi experiencia fué nefasta en Modlin y lamentablemente no puedo recomendarlo, retrasos de todos los vuelos y una infraestructura no preparada para soportar tanta gente, apenas cuenta con dos baños y las mujeres estaban forzadas a hacer media hora de fila para poder acceder al suyo, cuando no se animaban a ir al de hombres.
- Haciendo las visitas obligadas de Polonia, la capital es alcanzable y permite alcanza fácilmente su contra parte del sur, Cracovia via trenes rápidos entre sus estaciones centrales. Pueden consultar los horarios y precios en Intercity.pl y por supuesto los autobuses o Sprinter que riegan la ciudad desde todas latitudes del interior y exterior, ya que viajar hacia el este comienza a hacerse más complicado ante las carencias de infraestructura, por lo que estos medios de transporte son los ideales para adentrarse en los paises bálticos y en Bielorrusia por ejemplo.
- Visitar la otra margen del río: Si el clima lo amerita pueden darse la oportunidad de cruzar al sector de Praga y descansar en las playas del río vístula con las vistas a la ciudad vieja y sus castillos y cúpulas.
- Pasear por el verde: Al sur de la estación Warszawa Powiśle, se abre una zona verde compuesta por el Marshal Edward Rydz-Śmigły Park seguida del enorme Jardín Botánico donde se encuentran galerías de arte, museos y el monumento a Chopin.
- Bicicleta es buena opción: Es una ciudad llana, se puede recorrer en bicicleta y a pesar de su enorme población las distancias en el interior son accesibles. Por otra parte, está atravesada por servicios de tranvía y buses que funcionan bastante seguido y hasta altas horas de la noche por precios muy accesibles que vale la pena aprovechar.
Y si, si se lo preguntan, es posible colarse en los servicios de transporte públicos, pero a mi sólo me lo han contado... - Las comidas: Como siempre digo, disfrutar de todos los sabores y aromas. Es una cultura a la que en Argentina de algún modo estamos bastante acostumbrados, ya que muchos locales escaparon de los horrores buscando refugio en sudamérica. La comida polaca es un deleite que hay que probar: pierogis, platski, golonka, borsch, zurek, goulash bien regados por las diversas cervezas que en este lado abundan tanto en variedad como en su consumo.